jueves, 18 de marzo de 2010

Rosario Central, el partido del campeonato

Escribe: Gerardo Patrissi - FUTBOL AL ROJO VIVO

El día llegó, ya no hay más excusas: Independiente juega “el partido” del campeonato. ¿Ya llegó la fecha 19? ¿Si Independiente gana, es campeón? No, nada de eso. Pero el domingo a las 17 Hs, la cita en el Libertadores de América, no es una más. ¿Ya nos toca con Boca o volvemos a jugar con los vecinos? No, tampoco. El partido es frente a Rosario Central. Sí, frente a uno de los rivales más débiles del fútbol argentino. Hace largo tiempo que está muy claro que no existen los partidos fáciles ni ganados de antemano, cualquiera le puede ganar a cualquiera. Pero es evidente que el hincha de Independiente, fiel admirador del buen fútbol (lo que por supuesto también incluye ganar, no sólo abrir la cancha o tocar la pelotita), espera del equipo del Tolo algo más. Más allá de la suma de los 3 puntos que en definitiva es lo que cuenta y lo que todos esperamos, este es el partido del campeonato para que el Rojo pueda demostrar otro vuelo futbolístico, aquel que sobrevuela la memoria de todos los hinchas cada vez que llegamos al remodelado y coqueto Libertadores y todavía lo vemos a Bochini meter esos pases deliciosos, a Gustavo Lopez gambetear o al Kun Agüero meterla en ambos arcos (entre tantos otros genios que se pusieron esta camiseta). Hay cosas evidentes, y el nivel del fútbol argentino habla por sí solo partido a partido con un nivel que por momentos es preocupante de cara al futuro. Pero ese es otro tema. Este Independiente, hasta el momento, no ha sido de los más brillantes de la historia ni mucho menos. Tuvo sólo segmentos, dentro de algunos partidos, de buen juego, una entrega indiscutible y sacrificio al por mayor. Es muy claro que el Tolo pudo inculcar que sólo se pondrán la camiseta aquellos que se maten por estar, afuera los tiempos en que presentábamos jugadores con esta gloriosa camiseta, que no sabían ni donde quedaba la sede (y la lista es muy larga). Pero llegó el momento, llegó el día de pedirle a este buen equipo que dé el salto de calidad que lo ubique en el lugar de candidato. Sí, candidato. Porque Independiente lo fue toda la vida y nunca sufrió por ser así considerado, sino todo lo contrario. Fueron las bases de la gloriosa historia que precede pero se debe seguir alimentando. Para eso, ni al equipo ni a los rivales les deben quedar dudas de eso: Independiente es candidato. Con esa mentalidad habrá que salir el domingo y plasmarlo en la cancha con una victoria clara y contundente ante un rival que por presente futbolístico y también por números fríos, se presta.
El equipo deberá lograr afianzar una dupla central que necesita mostrar 100% de solidez. Con marcadores de punta que marquen pero que también sigan siendo alternativa de sorpresa aun con el equipo ganando. La mitad de la cancha deberá demostrar que manda en esa zona y que piensa más en ser marcada que en marcar, con un Piatti que si logra ser constante vale más de lo que piden por su continuidad. Esto será el origen de que Silvera, Gandín, Gonzalez o quien sea, tengan más chances de llegar a la red y no se vean por momentos como la única referencia Roja en el área de enfrente.
Cuando termine el primer tiempo el próximo domingo, habremos recorrido la mitad exacta del campeonato y lo importante será seguir estando arriba. Pero seguramente este equipo lo puede hacer mejor porque tiene con qué. Algunos dicen que lo de Chacarita fue suerte de campeón. Otros que se equiparó la falta de fortuna que no acompaño en Liniers. Lo cierto es que para quedar en la historia hay que sumar más puntos que el resto de los rivales y eso generalmente es la consecuencia de ser mejor. Así lo entendemos los hinchas de Independiente y eso es lo que esperamos: ser los mejores. Para eso el domingo hay una prueba importante, bisagra de verdad. El rival viene golpeado, juega mal, no es el puntero del campeonato ni tampoco es un clásico. Un empate o victoria ajustada en un torneo irregular, dará la impresión de que correrá el riesgo de perder la punta en cualquier momento a manos de cualquiera de los otros 19. El equipo dentro de la cancha tendrá la obligación de hablar ese idioma futbolístico que tanto añoramos los hinchas de Independiente. Es el partido del campeonato.

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